Un sueño familiar entre montañas: El origen de Chaltén Suites Hotel
La historia de Chaltén Suites Hotel comienza mucho antes de que las paredes del hotel se levantaran. Comienza con Liliana, una joven maestra de Monte Caseros, Corrientes, que llegó a la inmensidad de la Patagonia a sus 20 años, y con Federico, aviador de Gendarmería, que dejó los cielos a sus 30 años para emprender en la tierra que los había acogido. En los años 90, El Calafate era un pequeño pueblo de 2,000 habitantes, y fue allí donde pusieron su primer negocio, una despensa que, con el tiempo, se convertiría en el supermercado Los Glaciares.
Pero el espíritu emprendedor de Liliana y Federico iba más allá. En paralelo, crearon la primera línea regular de buses que unía El Calafate con El Chaltén, uniendo a los viajeros con el corazón de la montaña. Mientras tanto, en su oficina se acumulaba polvo sobre una maqueta: el proyecto de un hotel, diseñado por jóvenes arquitectos que un día llegaron de paso y soñaron junto a ellos.
Tras la crisis de 2001, decidieron volcar todas sus energías en hacer de aquella maqueta una realidad. Así, en 2014, inauguraron Chaltén Suites Hotel con 14 habitaciones, un lugar que, como ellos, nació del amor por la Patagonia y la voluntad de crear un hogar para los viajeros. El hotel siguió creciendo, y en 2020 completaron la expansión a 33 habitaciones, obteniendo la certificación en sustentabilidad de “Hoteles más verdes” en nivel plata. Ese mismo año, sumaron el restaurante Cesarino, con una terraza que ofrece vistas inolvidables al cordón montañoso, y construyeron viviendas para su equipo.
En 2024, cumpliendo su primer década, alcanzaron el nivel oro en la ecoetiqueta y comenzaron la construcción del futuro spa.
Hoy, junto a ellos, sus hijos continúan este legado y la esencia de Liliana y Federico, el espíritu de emprendedurismo y de hotel familiar, permanecen intactos.